El FBI irrumpió con armas y granadas en la casa equivocada y ahora la familia podrá demandarlos

FBI

Estados Unidos

El FBI irrumpió con armas y granadas en la casa equivocada y ahora la familia podrá demandarlos

Los agentes del FBI forzaron la puerta principal de la casa, para posteriormente detonar granadas de aturdimiento en casi todas las habitaciones del hogar.

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La Oficina Federal de Investigación, más conocida como FBI, es el servicio de seguridad y de inteligencia en Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: AFP)


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El 18 de octubre del 2017, hace casi ocho años, diversos agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), el servicio de seguridad e inteligencia nacional de los Estados Unidos, irrumpieron con granadas y armas desenfundadas en una vivienda ubicada en la ciudad de Atlanta, Georgia.

En aquella ocasión, los agentes del FBI decidieron forzar la puerta principal de la casa de Trina Martin, quien en ese momento vivía con su hijo de 7 años y su pareja, Toi Cliatt. Los uniformados posteriormente detonaron granadas de aturdimiento en casi todas las habitaciones del hogar, mientras el menor le gritaba a sus padres para alertarlos.

Sin embargo, luego de unos minutos dentro del recinto, los agentes se percataron de que la redada se había realizado en el lugar equivocado, debido a que el verdadero objetivo —un presunto miembro de una pandilla latinoamericana buscado por las autoridades— se encontraba a unos metros del sector donde residían Martin y Cliatt.

De acuerdo con el FBI, la intervención se ejecutó con base en los datos de un sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) personal. Desafortunadamente, la acción generó pánico en la familia, que permaneció inmovilizada bajo la amenaza de las granadas y las armas en su propio hogar.

Demanda federal contra el FBI

Según el relato de Trina Martin, su pareja, Toi Cliatt, fue esposado luego de que los agentes lo encontraran escondido en un viejo armario. No obstante, uno de los presentes notó que el hombre no tenía los tatuajes del sospechoso, y fue en ese momento cuando los oficiales se percataron del error que habían cometido en Atlanta.

Conforme a lo expuesto por Martin, el líder del operativo únicamente le dejó una tarjeta y se disculpó por el inconveniente: “En ningún momento hubo compensación oficial por los daños físicos, emocionales y materiales que ellos provocaron. Por eso decidí presentar una demanda por asalto y arresto falso en contra del FBI”, agregó.

Lea más: ICE captura a líder venezolano del Tren de Aragua que presumía sus crímenes en las redes sociales

En noviembre del 2018, Trina presentó una demanda federal por varias violaciones bajo la Ley de Reclamaciones por Agravios Federales, la cual permite acciones contra el Gobierno de EE. UU. en los casos de abuso policial. Sin embargo, el tribunal de Atlanta desestimó la causa al considerar que los agentes “actuaron bajo un error honesto”.

A partir de ese momento, Trina Martin y Toi Cliatt lucharon durante más de seis años para poder llevar su caso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, el tribunal federal que ostenta el máximo poder judicial en la nación norteamericana, al tratarse de la cabeza del Poder Judicial Federal del país y en febrero del 2025, lo consiguieron.

Siete años y cuatro meses después del incidente, la Corte Suprema de los Estados Unidos aceptó revisar el caso de Trina Martin, lo que generó un debate a escala nacional sobre los “límites de la inmunidad” de las fuerzas del orden en el país, considerando que muchos se oponen a la idea de proteger a los agentes cuando cometen un error.

De acuerdo con los afectados, la equivocación del FBI provocó “consecuencias psicológicas muy profundas”, además de que ahora los tres afectados sufren trastornos del sueño. Ante esta situación, se espera que la Corte Suprema emita una resolución definitiva en los próximos meses, con el objetivo de definir los alcances de esta inmunidad.

 Los agentes del FBI forzaron la puerta principal de la casa, para posteriormente detonar granadas de aturdimiento en casi todas las habitaciones del hogar.  

Estados Unidos

El FBI irrumpió con armas y granadas en la casa equivocada y ahora la familia podrá demandarlos

Los agentes del FBI forzaron la puerta principal de la casa, para posteriormente detonar granadas de aturdimiento en casi todas las habitaciones del hogar.

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La Oficina Federal de Investigación, más conocida como FBI, es el servicio de seguridad y de inteligencia en Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: AFP)

El 18 de octubre del 2017, hace casi ocho años, diversos agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), el servicio de seguridad e inteligencia nacional de los Estados Unidos, irrumpieron con granadas y armas desenfundadas en una vivienda ubicada en la ciudad de Atlanta, Georgia.

En aquella ocasión, los agentes del FBI decidieron forzar la puerta principal de la casa de Trina Martin, quien en ese momento vivía con su hijo de 7 años y su pareja, Toi Cliatt. Los uniformados posteriormente detonaron granadas de aturdimiento en casi todas las habitaciones del hogar, mientras el menor le gritaba a sus padres para alertarlos.

Sin embargo, luego de unos minutos dentro del recinto, los agentes se percataron de que la redada se había realizado en el lugar equivocado, debido a que el verdadero objetivo —un presunto miembro de una pandilla latinoamericana buscado por las autoridades— se encontraba a unos metros del sector donde residían Martin y Cliatt.

De acuerdo con el FBI, la intervención se ejecutó con base en los datos de un sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) personal. Desafortunadamente, la acción generó pánico en la familia, que permaneció inmovilizada bajo la amenaza de las granadas y las armas en su propio hogar.

Demanda federal contra el FBI

Según el relato de Trina Martin, su pareja, Toi Cliatt, fue esposado luego de que los agentes lo encontraran escondido en un viejo armario. No obstante, uno de los presentes notó que el hombre no tenía los tatuajes del sospechoso, y fue en ese momento cuando los oficiales se percataron del error que habían cometido en Atlanta.

Conforme a lo expuesto por Martin, el líder del operativo únicamente le dejó una tarjeta y se disculpó por el inconveniente: «En ningún momento hubo compensación oficial por los daños físicos, emocionales y materiales que ellos provocaron. Por eso decidí presentar una demanda por asalto y arresto falso en contra del FBI», agregó.

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En noviembre del 2018, Trina presentó una demanda federal por varias violaciones bajo la Ley de Reclamaciones por Agravios Federales, la cual permite acciones contra el Gobierno de EE. UU. en los casos de abuso policial. Sin embargo, el tribunal de Atlanta desestimó la causa al considerar que los agentes “actuaron bajo un error honesto”.

A partir de ese momento, Trina Martin y Toi Cliatt lucharon durante más de seis años para poder llevar su caso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, el tribunal federal que ostenta el máximo poder judicial en la nación norteamericana, al tratarse de la cabeza del Poder Judicial Federal del país y en febrero del 2025, lo consiguieron.

Siete años y cuatro meses después del incidente, la Corte Suprema de los Estados Unidos aceptó revisar el caso de Trina Martin, lo que generó un debate a escala nacional sobre los “límites de la inmunidad” de las fuerzas del orden en el país, considerando que muchos se oponen a la idea de proteger a los agentes cuando cometen un error.

De acuerdo con los afectados, la equivocación del FBI provocó “consecuencias psicológicas muy profundas”, además de que ahora los tres afectados sufren trastornos del sueño. Ante esta situación, se espera que la Corte Suprema emita una resolución definitiva en los próximos meses, con el objetivo de definir los alcances de esta inmunidad.

ESCRITO POR:
Emilio Dávila
Emilio Dávila
Periodista de Prensa Libre especializado en tendencias internacionales y deportes con 2 años de experiencia.

 Prensa Libre | Internacional

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