Baba Vanga, la mística búlgara famosa por sus profecías, hizo una predicción para el 2025 que ha ilusionado al multimillonario Elon Musk, ya que esta se refiere a la telepatía humana, un concepto que se alinea con los avances tecnológicos impulsados por el magnate y su empresa Neuralink.

En sus visiones sobre el futuro, Baba Vanga anticipó la llegada de una capacidad humana revolucionaria: la telepatía, un concepto que parece extraído de una película de ciencia ficción, pero que en la actualidad cobra relevancia gracias a los progresos tecnológicos, particularmente los liderados por Musk, como el chip cerebral desarrollado por Neuralink.

La compañía de Musk, quien actualmente es considerado cercano al presidente estadounidense Donald Trump, ha estado trabajando en implantes cerebrales que permitirían a los seres humanos controlar dispositivos únicamente con el poder de la mente.

Dichos avances tecnológicos podrían acercar a la humanidad a la idea de una “comunicación mental”, como la que Baba Vanga profetizó hace décadas.

Si los implantes desarrollados por la empresa de Musk llegan a funcionar de manera efectiva, podrían representar el primer paso hacia una nueva forma de interacción, muy similar a lo que la vidente búlgara anticipó.

Controversia

Como en muchos casos, las profecías de Baba Vanga han sido objeto de debate, ya que hay quienes creen firmemente en la precisión de sus visiones, mientras que otros señalan que estas son vagas y se adaptan a los eventos actuales.

Sin embargo, la similitud entre sus palabras y ciertos avances tecnológicos ha incrementado el interés por sus vaticinios, especialmente los relacionados con la telepatía y la interacción humana con la tecnología.

Las predicciones de Baba Vanga para 2025 no se limitan únicamente a la telepatía, pues también ha hecho referencia a eventos catastróficos, como una pandemia letal que podría poner en riesgo la existencia de la humanidad, una guerra mundial desencadenada por el colapso de Siria y un posible contacto con civilizaciones extraterrestres.