¿Por qué repetimos relaciones tóxicas? Qué dice la psicología sobre este patrón emocional

Salud y Familia

¿Por qué repetimos relaciones tóxicas? Qué dice la psicología sobre este patrón emocional

Elegir relaciones dañinas de forma repetida puede estar ligado a patrones de crianza y vivencias de la infancia

La repetición de las relaciones tóxicas tiene diversos factores relacionados a la crianza. (Foto Prensa Libre: Freepik)


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Algunas personas parecen atrapadas en un círculo de relaciones amorosas marcadas por la toxicidad. Una y otra vez, se vinculan con parejas que reproducen actitudes dañinas o conductas alarmantes.

Esta repetición no es casual. Según expertos en psicología, se trata de un patrón aprendido desde la infancia, profundamente ligado a la crianza y a la forma en que se construyen los vínculos afectivos en los primeros años de vida.

El portal Cuídate Plus señala que este tipo de relaciones se sostienen, muchas veces, en ciclos de agresión y afecto, una dinámica que genera en el individuo una especie de “adrenalina emocional”, producto de la constante alternancia entre el dolor y el cariño.

Esta necesidad inconsciente puede verse potenciada por factores como la baja autoestima, la soledad, los modelos parentales y los mitos del amor romántico presentes en la cultura.

Ximena Fuentes, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, subraya que repetir relaciones tóxicas es un fenómeno complejo y frecuente. Explica que no se trata de una coincidencia, sino del resultado de múltiples factores emocionales, cognitivos y conductuales adquiridos a lo largo de la vida.

Por su parte, Andrea Boullón, psicóloga clínica consultada por el portal Psicología y Mente, enfatiza que estos patrones tienen su raíz en la infancia, una etapa clave en la formación de la estructura psíquica. Es en esos primeros años —señala— donde las personas aprenden a relacionarse a través de la observación, la repetición y las experiencias emocionales vividas en su entorno familiar.

La experta Ximena Fuentes profundiza en este proceso emocional:

1. Patrones de apego desarrollados en la infancia

Fuentes destaca que la teoría del apego, desarrollada por John Bowlby, determina que las primeras relaciones con cuidadores moldean nuestras expectativas sobre el amor y el vínculo.

Otra de las razones podría estar relacionada con el apego ansioso o evitativo, que puede llevar a tolerar o buscar relaciones inestables porque es lo que se vivió como “normal”, dijo la psicóloga.

Una de las causas más usuales es la falta de seguridad emocional en la infancia, lo cual predispone a buscar validación en vínculos que, aunque sean dañinos, se sienten familiares.

2. Familiaridad emocional

Las personas tienden a repetir lo que conocen, incluso si fue doloroso, determina Fuentes. Es decir, cuando en la niñez se vivió gritos, abandono o violencia, eso puede ser interpretado como una forma de amor.

Esto se procesa en la mente como una manera emocional de demostrar importancia, pues se malinterpreta el querer. Es decir, psicológicamente se entra en un ciclo de afecto y toxicidad, por lo que se cree que así se manifiesta el amor.

3. Modelos aprendidos en la crianza

Uno de los factores asociados es el aprendizaje de patrones emocionales. “Se aprende lo que es una relación ‘normal’ observando las relaciones de padres o cuidadores”, dice Fuentes.

Algunas personas, al tener su primera relación y ser esta disfuncional, la internalizan como modelo, lo cual se repite sin cuestionarlo.

4. Baja autoestima y necesidad de validación externa

Quienes crecieron sin sentirse valorados tienden a caer en estos círculos, al creer que no merecen algo mejor.

Es por ello que las personas con este tipo de conflicto emocional aceptan relaciones tóxicas por miedo a quedarse solas o por creer que “eso es lo que hay para ellos”, dice Fuentes.

5. Creencias limitantes sobre el amor y el sufrimiento

El contexto social también influye. Se transmiten de forma generacional frases como “el amor todo lo soporta” o “quien te quiere te aporrea”, lo que alimenta la repetición de estos patrones.

Ximena Fuentes explica que quienes aceptan la toxicidad pueden llegar a romantizar el sufrimiento en la pareja, confundiendo la intensidad con el amor.

6. Ciclo de reforzamiento emocional

Las relaciones tóxicas suelen alternar entre momentos intensos de conflicto y reconciliación. Fuentes comenta que este patrón activa un refuerzo intermitente, que genera adicción emocional, similar a una dependencia.

7. Miedo al cambio o a lo desconocido

Por último, explicó que salir de una dinámica dolorosa requiere esfuerzo emocional y ruptura con lo familiar, elementos que muchas veces provocan miedo.

“Algunas personas temen más a la incertidumbre que al sufrimiento conocido”, agregó.

¿Cómo romper el ciclo?

  • Psicoterapia, especialmente con enfoques como el apego, la terapia cognitivo-conductual o la terapia de esquemas
  • Reconstrucción de la autoestima y los límites personales
  • Reeducación emocional: entender que el amor sano no duele, no humilla y no violenta
  • Autoobservación: identificar patrones y elegir conscientemente no repetirlos

 Elegir relaciones dañinas de forma repetida puede estar ligado a patrones de crianza y vivencias de la infancia  

Salud y Familia

¿Por qué repetimos relaciones tóxicas? Qué dice la psicología sobre este patrón emocional

Elegir relaciones dañinas de forma repetida puede estar ligado a patrones de crianza y vivencias de la infancia

La repetición de las relaciones tóxicas tiene diversos factores relacionados a la crianza. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Algunas personas parecen atrapadas en un círculo de relaciones amorosas marcadas por la toxicidad. Una y otra vez, se vinculan con parejas que reproducen actitudes dañinas o conductas alarmantes.

Esta repetición no es casual. Según expertos en psicología, se trata de un patrón aprendido desde la infancia, profundamente ligado a la crianza y a la forma en que se construyen los vínculos afectivos en los primeros años de vida.

El portal Cuídate Plus señala que este tipo de relaciones se sostienen, muchas veces, en ciclos de agresión y afecto, una dinámica que genera en el individuo una especie de “adrenalina emocional”, producto de la constante alternancia entre el dolor y el cariño.

Esta necesidad inconsciente puede verse potenciada por factores como la baja autoestima, la soledad, los modelos parentales y los mitos del amor romántico presentes en la cultura.

Ximena Fuentes, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, subraya que repetir relaciones tóxicas es un fenómeno complejo y frecuente. Explica que no se trata de una coincidencia, sino del resultado de múltiples factores emocionales, cognitivos y conductuales adquiridos a lo largo de la vida.

Por su parte, Andrea Boullón, psicóloga clínica consultada por el portal Psicología y Mente, enfatiza que estos patrones tienen su raíz en la infancia, una etapa clave en la formación de la estructura psíquica. Es en esos primeros años —señala— donde las personas aprenden a relacionarse a través de la observación, la repetición y las experiencias emocionales vividas en su entorno familiar.

La experta Ximena Fuentes profundiza en este proceso emocional:

1. Patrones de apego desarrollados en la infancia

Fuentes destaca que la teoría del apego, desarrollada por John Bowlby, determina que las primeras relaciones con cuidadores moldean nuestras expectativas sobre el amor y el vínculo.

Otra de las razones podría estar relacionada con el apego ansioso o evitativo, que puede llevar a tolerar o buscar relaciones inestables porque es lo que se vivió como “normal”, dijo la psicóloga.

Una de las causas más usuales es la falta de seguridad emocional en la infancia, lo cual predispone a buscar validación en vínculos que, aunque sean dañinos, se sienten familiares.

2. Familiaridad emocional

Las personas tienden a repetir lo que conocen, incluso si fue doloroso, determina Fuentes. Es decir, cuando en la niñez se vivió gritos, abandono o violencia, eso puede ser interpretado como una forma de amor.

Esto se procesa en la mente como una manera emocional de demostrar importancia, pues se malinterpreta el querer. Es decir, psicológicamente se entra en un ciclo de afecto y toxicidad, por lo que se cree que así se manifiesta el amor.

3. Modelos aprendidos en la crianza

Uno de los factores asociados es el aprendizaje de patrones emocionales. “Se aprende lo que es una relación ‘normal’ observando las relaciones de padres o cuidadores”, dice Fuentes.

Algunas personas, al tener su primera relación y ser esta disfuncional, la internalizan como modelo, lo cual se repite sin cuestionarlo.

4. Baja autoestima y necesidad de validación externa

Quienes crecieron sin sentirse valorados tienden a caer en estos círculos, al creer que no merecen algo mejor.

Es por ello que las personas con este tipo de conflicto emocional aceptan relaciones tóxicas por miedo a quedarse solas o por creer que “eso es lo que hay para ellos”, dice Fuentes.

5. Creencias limitantes sobre el amor y el sufrimiento

El contexto social también influye. Se transmiten de forma generacional frases como “el amor todo lo soporta” o “quien te quiere te aporrea”, lo que alimenta la repetición de estos patrones.

Ximena Fuentes explica que quienes aceptan la toxicidad pueden llegar a romantizar el sufrimiento en la pareja, confundiendo la intensidad con el amor.

6. Ciclo de reforzamiento emocional

Las relaciones tóxicas suelen alternar entre momentos intensos de conflicto y reconciliación. Fuentes comenta que este patrón activa un refuerzo intermitente, que genera adicción emocional, similar a una dependencia.

7. Miedo al cambio o a lo desconocido

Por último, explicó que salir de una dinámica dolorosa requiere esfuerzo emocional y ruptura con lo familiar, elementos que muchas veces provocan miedo.

“Algunas personas temen más a la incertidumbre que al sufrimiento conocido”, agregó.

¿Cómo romper el ciclo?

  • Psicoterapia, especialmente con enfoques como el apego, la terapia cognitivo-conductual o la terapia de esquemas
  • Reconstrucción de la autoestima y los límites personales
  • Reeducación emocional: entender que el amor sano no duele, no humilla y no violenta
  • Autoobservación: identificar patrones y elegir conscientemente no repetirlos
ESCRITO POR:
Esdras Laz
Periodista de Prensa Libre para el área de bienestar, cultura y tendencias con varios años de experiencia en medios escritos y televisivos.

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