Sismos en Guatemala: Insivumeh revela que las fallas de julio del 2025 se repiten en la misma zona desde el 2019
La región afectada por los sismos del 8 de julio ya había registrado movimientos similares en el 2019, el 2021 y el 2024. El Insivumeh asocia esta actividad a una falla local activa en el sur del país y señala que Santa María de Jesús es un punto crítico.

Restos de una vivienda afectada por los recientes sismos en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, una de las comunidades más golpeadas, donde el acceso para llegar al lugar aún es complicado. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)
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Los recientes sismos que sacudieron el sur y centro del país tienen antecedentes: fenómenos similares ocurrieron en el 2019, el 2021 y el 2024, según registros del Insivumeh. Esta vez, sin embargo, los eventos han sido más intensos y frecuentes, lo que confirma que la región donde se ubica Santa María de Jesús es un punto crítico de actividad tectónica.
Los datos surgen de la última sinopsis publicada por el Insivumeh llamada: Secuencia sísmica en el límite departamental entre Escuintla-Guatemala-Sacatepéquez.
La secuencia ha afectado los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Guatemala; y no es un fenómeno nuevo. Desde el 2019, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) ha documentado múltiples eventos en esa misma zona, lo que revela una constante actividad tectónica en el sur y centro del país.
El episodio más reciente inició el 8 de julio del 2025, cuando un sismo de magnitud 5.2, con epicentro en Santa María de Jesús, fue seguido treinta minutos después por otro de magnitud 5.6. Desde entonces, se han registrado más de 580 sismos en la región, muchos percibidos por la población y algunos con efectos destructivos.
Según el Insivumeh, esta secuencia está asociada a fallas locales que cruzan el antearco guatemalteco —una zona ubicada entre la fosa oceánica y el arco volcánico—, lo que provoca una deformación activa de la corteza terrestre. Fallas como la de Jalpatagua o la de Mixco han mostrado comportamientos similares en episodios anteriores.
¿Qué es el antearco guatemalteco?
El antearco es la región geológica que se encuentra entre una fosa oceánica (zona de subducción) y el arco volcánico continental. En el caso de Guatemala:
- La fosa oceánica está frente a la costa del Pacífico, donde la Placa de Cocos se hunde debajo de la Placa del Caribe.
- El arco volcánico lo forman los volcanes que vemos alineados en la región sur del país.
- El antearco es la franja de terreno que queda entre esos dos puntos: ni en la costa ni en los volcanes, sino justo en medio.

Municipio Crítico
En el 2019 y el 2021, varios sismos afectaron Sacatepéquez, con más de 400 y 80 eventos, respectivamente, algunos de ellos percibidos por la población. En enero del 2024, una secuencia más breve incluyó 18 eventos, con epicentros cercanos a la capital. La recurrencia de esta actividad evidencia una amenaza sísmica latente en una región densamente poblada y urbanizada, así como en municipios como Santa María de Jesús, uno de los más golpeados, donde, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por proporcionar ayuda, persiste la falta de alimentos, medicamentos y servicios como agua entubada.
El Insivumeh continúa con el monitoreo, y aunque el número de sismos ha disminuido desde el 10 de julio, no se descarta la posibilidad de nuevos eventos. El comportamiento tectónico observado confirma que estas fallas siguen activas y requieren vigilancia constante.
Los hechos
La tarde del martes 8 de julio se registró un fuerte enjambre sísmico en Sacatepéquez, con un primer temblor de magnitud 5.2, seguido de otro más intenso, de 5.6, ambos sentidos con fuerza en Santa María de Jesús. Desde entonces, el Insivumeh ha registrado al menos 348 movimientos, de los cuales decenas han sido percibidos por los habitantes, provocando alarma entre la población.
Los daños en Santa María de Jesús han sido severos. Un derrumbe bloqueó completamente la ruta RD‑SAC‑01, en el kilómetro 45, dejando al municipio incomunicado desde ambos accesos —hacia Palín y hacia Antigua Guatemala—, mientras viviendas, templos y calles presentan colapsos y grietas significativas.
Las primeras víctimas mortales fueron dos personas que murieron cuando una roca cayó sobre el picop en que viajaban, y una mujer que falleció soterrada en su vivienda. Además, un joven de 13 años murió mientras fumigaba una finca, lo que eleva a al menos seis las muertes registradas en Santa María de Jesús.
La reacción de la comunidad fue inmediata: miles de vecinos permanecen sin agua, electricidad ni vías de acceso, pernoctando bajo carpas o en las calles por temor a que nuevas réplicas afecten estructuras ya dañadas. El Ejército y la Conred han desplegado apoyo, mientras la Empresa Eléctrica trabaja en la restauración del servicio en condiciones difíciles.
Frente a este escenario, el Insivumeh ha instalado sensores temporales para monitorear de cerca la falla responsable, identificada como la falla de Jalpatagua. La alerta anaranjada sigue vigente y las autoridades se mantienen en vigilancia constante para alertar a la población.

La región afectada por los sismos del 8 de julio ya había registrado movimientos similares en el 2019, el 2021 y el 2024. El Insivumeh asocia esta actividad a una falla local activa en el sur del país y señala que Santa María de Jesús es un punto crítico.
Sismos en Guatemala: Insivumeh revela que las fallas de julio del 2025 se repiten en la misma zona desde el 2019
La región afectada por los sismos del 8 de julio ya había registrado movimientos similares en el 2019, el 2021 y el 2024. El Insivumeh asocia esta actividad a una falla local activa en el sur del país y señala que Santa María de Jesús es un punto crítico.

Restos de una vivienda afectada por los recientes sismos en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, una de las comunidades más golpeadas, donde el acceso para llegar al lugar aún es complicado. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)
Los recientes sismos que sacudieron el sur y centro del país tienen antecedentes: fenómenos similares ocurrieron en el 2019, el 2021 y el 2024, según registros del Insivumeh. Esta vez, sin embargo, los eventos han sido más intensos y frecuentes, lo que confirma que la región donde se ubica Santa María de Jesús es un punto crítico de actividad tectónica.
Los datos surgen de la última sinopsis publicada por el Insivumeh llamada: Secuencia sísmica en el límite departamental entre Escuintla-Guatemala-Sacatepéquez.
La secuencia ha afectado los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Guatemala; y no es un fenómeno nuevo. Desde el 2019, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) ha documentado múltiples eventos en esa misma zona, lo que revela una constante actividad tectónica en el sur y centro del país.
El episodio más reciente inició el 8 de julio del 2025, cuando un sismo de magnitud 5.2, con epicentro en Santa María de Jesús, fue seguido treinta minutos después por otro de magnitud 5.6. Desde entonces, se han registrado más de 580 sismos en la región, muchos percibidos por la población y algunos con efectos destructivos.
Según el Insivumeh, esta secuencia está asociada a fallas locales que cruzan el antearco guatemalteco —una zona ubicada entre la fosa oceánica y el arco volcánico—, lo que provoca una deformación activa de la corteza terrestre. Fallas como la de Jalpatagua o la de Mixco han mostrado comportamientos similares en episodios anteriores.
¿Qué es el antearco guatemalteco?
El antearco es la región geológica que se encuentra entre una fosa oceánica (zona de subducción) y el arco volcánico continental. En el caso de Guatemala:
- La fosa oceánica está frente a la costa del Pacífico, donde la Placa de Cocos se hunde debajo de la Placa del Caribe.
- El arco volcánico lo forman los volcanes que vemos alineados en la región sur del país.
- El antearco es la franja de terreno que queda entre esos dos puntos: ni en la costa ni en los volcanes, sino justo en medio.

Municipio Crítico
En el 2019 y el 2021, varios sismos afectaron Sacatepéquez, con más de 400 y 80 eventos, respectivamente, algunos de ellos percibidos por la población. En enero del 2024, una secuencia más breve incluyó 18 eventos, con epicentros cercanos a la capital. La recurrencia de esta actividad evidencia una amenaza sísmica latente en una región densamente poblada y urbanizada, así como en municipios como Santa María de Jesús, uno de los más golpeados, donde, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por proporcionar ayuda, persiste la falta de alimentos, medicamentos y servicios como agua entubada.
El Insivumeh continúa con el monitoreo, y aunque el número de sismos ha disminuido desde el 10 de julio, no se descarta la posibilidad de nuevos eventos. El comportamiento tectónico observado confirma que estas fallas siguen activas y requieren vigilancia constante.
Los hechos
La tarde del martes 8 de julio se registró un fuerte enjambre sísmico en Sacatepéquez, con un primer temblor de magnitud 5.2, seguido de otro más intenso, de 5.6, ambos sentidos con fuerza en Santa María de Jesús. Desde entonces, el Insivumeh ha registrado al menos 348 movimientos, de los cuales decenas han sido percibidos por los habitantes, provocando alarma entre la población.
Los daños en Santa María de Jesús han sido severos. Un derrumbe bloqueó completamente la ruta RD‑SAC‑01, en el kilómetro 45, dejando al municipio incomunicado desde ambos accesos —hacia Palín y hacia Antigua Guatemala—, mientras viviendas, templos y calles presentan colapsos y grietas significativas.
Las primeras víctimas mortales fueron dos personas que murieron cuando una roca cayó sobre el picop en que viajaban, y una mujer que falleció soterrada en su vivienda. Además, un joven de 13 años murió mientras fumigaba una finca, lo que eleva a al menos seis las muertes registradas en Santa María de Jesús.
La reacción de la comunidad fue inmediata: miles de vecinos permanecen sin agua, electricidad ni vías de acceso, pernoctando bajo carpas o en las calles por temor a que nuevas réplicas afecten estructuras ya dañadas. El Ejército y la Conred han desplegado apoyo, mientras la Empresa Eléctrica trabaja en la restauración del servicio en condiciones difíciles.
Frente a este escenario, el Insivumeh ha instalado sensores temporales para monitorear de cerca la falla responsable, identificada como la falla de Jalpatagua. La alerta anaranjada sigue vigente y las autoridades se mantienen en vigilancia constante para alertar a la población.

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