Carolina Durante quiere ser el grupo de tu generación y no les importa el año en que naciste

<p>Los grupos generacionales se construyen con algunos momentos memorables, con un repertorio que cualquier puede cantar casi sin darse ni cuenta y con una historia que preferiblemente en alguno de sus puntos incluya una cierta épica. Y Carolina Durante tiene, ahora mismo, todos eso de su lado. <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/musica/2024/10/21/6712750dfdddff53ab8b457c.html»>Todo su último disco, <i>Elige tu propia aventura</i>,</a> está reprleto de canciones con versos formidables, que se pueda berrear con otras miles de personas o que despierte un sentimiento de colectiva euforia. Que su cantante porte una muleta en el escenario, acabe de ser operado de los ligamentos de su rodilla y aún así, pese a la prescripción médica baile como un loco, aporta ese ingrediente épico. <strong>Y actuaciones como la de este sábado en el Bilbao BBK Live suman el momento memorable.</strong></p>

Seguir leyendo

 Tienen el mejor disco del pasado año y su espectáculo en el festival fue memorable con una batería de hits coreados por miles de personas  

Los grupos generacionales se construyen con algunos momentos memorables, con un repertorio que cualquier puede cantar casi sin darse ni cuenta y con una historia que preferiblemente en alguno de sus puntos incluya una cierta épica. Y Carolina Durante tiene, ahora mismo, todos eso de su lado. Todo su último disco, Elige tu propia aventura, está reprleto de canciones con versos formidables, que se pueda berrear con otras miles de personas o que despierte un sentimiento de colectiva euforia. Que su cantante porte una muleta en el escenario, acabe de ser operado de los ligamentos de su rodilla y aún así, pese a la prescripción médica baile como un loco, aporta ese ingrediente épico. Y actuaciones como la de este sábado en el Bilbao BBK Live suman el momento memorable.

Los madrileños saben que están ante su gran momento, que su disco es el mejor que se presentó en España en 2024 y que buena parte de su reperterio se ha convertido en el himno de dos generaciones, los milenials y los zeta, que se mueren por cantar cada una de las letras que Diego Ibañez va lanzando desde el escenario. Y cuando eso sucede hay que aprovecharlo para convertirse en un grupo que vaya como un misil -para algo uno de sus temas tiene ese título- hacia el cielo. Arrancaron con Joderse la vida, esa canción sobre la autodestrucción que estalla en su estribillo y que convierte en diversión lo que es estar en la mierda. De eso va en realidad todo el disco que miles de personas cantaron como si no hubiera un mañana. Como diciéndole al chico o la chica que está asu lado que todos estamos rotos pero que al menos lo vamos a pasar todos juntos. Ese es el gran triunfo de Carolina Durante: haber conseguido captar la esencia de que los que acaban de cumplir 18 y los que ya superan los 30 ven un futuro negro por delante. Seguramente porque ellos también son partes de esa gente y lo han sentido. Y, en ese punto, les cogen entre sus brazos y lo gritan a los cuatro vientos con un megáfono. Como el que el cantante sacó al escenario para dar comienzo a Misil, uno de los singles que fue adelanto del disco y que se cantó la extenuación.

La muleta volaba por los aires. Diego bailaba sobre una pierna mientras gritaba algunos de los versos de Tempo II -el resto las coreaba el público- para disgusto de algún que otro médico. Pero las miles de personas que abarrotaban el centro, los laterales y hasta los altos del recinto del BBK en uno de los mayores llenos de todo el fin de semana querían mucho más. Y esos cuatro chavales, que nada tienen que ver con los que irrumpieron en 2017 en cuanto a sus capacidades musicales, se lo iban a dar. La guitarra sonaba en su sitio, la batería entraba cuando debía y el bajo se unía en el momento preciso. Y así se llegó a ese tema que recuerda a los Carolina Durante de sus inicios que es Tomé café. No dice nada, solo que alguien está tomando café. Pero nunca una bebida fue tan celebrada por todos. «Nada mejor para que un café a las nueves de la noche para no dormir mañana», alcanzaba a decir el líder de la banda mientras se servía un café de una improvisada máquina que había en el escenario, convertido en una oficina. Porque eso estaba siendo la actuación para la banda: un día más en la oficina. Por delante aún le quedan otros 11 este verano en distintos festivales y una gira por Gran Bretaña e Irlanda, que se retrasó a noviembre por la lesión del cantante.

Tocaron San Juan, Granja escuela y Diego se agarró al micrófono: «Me operaron hace mes y pico, es mi primera semana andando. Seguramente al médico no le hará ni puta gracia esto. Un saludo para el doctor legends». Y así dio paso a Cayetano, el tema que les puso en el mapa y que hasta los propios cayetanos han convertido en suyo pese a que no puede ser más irónico con ellos. Un par de ellos, conscientes lo bailaban sobre el césped aún húmedo de Kobetamendi antes de que el grupo pasara a Monstruo, un señor con un mono blanco lleno de post its se dedicara a saltar entre los instrumentos y el cantante se perdiera en el orden del concierto. «Si me he perdido, es que lo estamos pasando bien». Y era cierto. La gente bailaba, se abrazaba, lanzaba sus cubatas y sus cervezas hacia el cielo y a nadie le importaba lo más mínimo.

Pero algo ha cambiado en los chicos de Carolina Durante, aunque todos sigue siendo un exceso, también han aprendido a bajar el ritmo. A darle a sus canciones lo que necesitan. Para esa preciosa balada que es Elige tu propia aventura salió un cuarteto de cuerda y un trompeta al escenario para acompañar al resto de intregrantes del grupo. Y fue tal la emoción que hasta la voz de Diego se quebró al cantar imagina ser lo que odias / es mi nuevo juego favorito / Juego siempre desde muy pronto / Perdón, lo siento por todo. Y entonces la guitarra y el bajo, con la ayuda de la batería, devolvieron el terreno a los pogos con La noche de los muertos vivientes, que obligó al cantante a sacar un ventolín para poder acabar el concierto sin morir en el intento. El ritmo volvió a bajar con Probablemente tengas razón, la otra lenta de su último disco. Tal fue el momento que la banda había acabado la canción y el público coreando el verso de qué nos ha pasado si no ha pasado nada obligó a que se volviera a reiniciar con los violines, el contrabajo y la trompeta resonando entre las montañas de Bilbao para enfocar el final del show.

Ese final empezaría con En verano, uno de los primeros temas que publicó en 2017 el grupo, y con Yo pensaba que me había tocado Dios, la canción que mejor escenifica el cambio de Carolina Durante. Los madrileños la habían presentado hace justamente un año en uno de los escenarios pequeños del BBK. Este sábado todo el recinto estaba atento a lo que pasaba en el escenario principal con ellos encaramados ahí arriba. Y, sobre todo, esa gente cantaba absolutamente todas las canciones que iban pasando sonando. Cómo lo hicieron al escuchar que empezaba Hamburguesas, la gran canción del grupo y que marcará para siempre su futuro. No hubo ni una sola persona que no berreara un Sísifo me come la polla como colofón del tema. Y lo mismo con Normal, la colaboración con Rosalía que es un hit indiscutible. Hasta el desmayo, con gente que no se conocía de nada abrazada, se gritó ese normal, ya lo sé, estuvo mal / fatal, yo también me odié, normal.

Lo lógico era pensar que ese sería el final. Pero no. Los chicos de Carolina Durante aún querían dejar un mensaje. Que no suenan mal, suenan mejor que ayer. Como dicen en Las canciones de Juanita con la que cerraron el concierto. Suenan como una banda generacional.

 Cultura

Noticias Relacionadas