Cómo los maestros guatemaltecos superaron los desafíos de la pandemia y mantuvieron la educación en marcha
En la víspera del Día del Maestro, docentes guatemaltecos comparten su testimonio sobre lo vivido durante la pandemia del covid y el impacto de esta en la educación actual.

A pocos días de festejar el Día del Maestro en Guatemala, maestros rememoran las vivencias de la pandemia. (Foto Prensa Libre: Freepik)
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Las pantallas reemplazaron las aulas. El patio de la casa se convirtió en el único lugar posible para la recreación. A pocos días de conmemorarse el Día del Maestro en Guatemala, docentes reflexionan sobre el impacto de la pandemia en la educación actual.
Isabel Marroquín, docente de preprimaria del sector público, recuerda los momentos difíciles que experimentaron los alumnos durante esa época. Incluso menciona que algunos padres y abuelos de sus estudiantes fallecieron a causa del covid: “No podíamos abrazarlos”, expresa. Sin embargo, añade que debían seguir adelante a pesar de la complejidad de la situación, y destaca cuán importante fue la fortaleza emocional de todos los maestros en esas circunstancias.
Por otro lado, la enseñanza de cada asignatura conllevaba su propio reto: Matemática, Lenguaje, Ciencias Naturales y Sociales, Arte, Inglés y hasta Educación Física, todas condensadas en plataformas virtuales para estudiantes de distintos niveles educativos.
En ese momento hubo un porcentaje considerable de alumnos que no contaba con acceso a internet. Entonces, entró en juego la resiliencia de cientos de maestros dentro y fuera del país, especialmente en el sector público.
Jessie Álvarez, coordinador de Español de nivel medio y docente universitario, relata que, al principio, parecía que la pandemia duraría poco. Sin embargo, las semanas transcurrían y los días en casa se alargaban. Por un lado, experimentaba alegría al tener más tiempo para convivir con su familia. En contraste, expresa que también sentía preocupación por la salud emocional de sus estudiantes.
A su vez, la enseñanza de las artes presentó sus propios desafíos. Vilma Martínez, profesora de Educación Musical con especialidad en estimulación temprana, narra cómo se reemplazaron los instrumentos musicales de la academia donde laboraba por elementos cotidianos, como un chinchín, una olla o incluso una paleta, ya que en casa los estudiantes no contaban con las herramientas necesarias.
¿Aún hay secuelas en la educación después de la pandemia?
Los educadores coinciden en que existen algunas secuelas derivadas de la pandemia que se evidencian en el ámbito educativo actual. Además, recalcan que los estudiantes del sector público han sido los más afectados, ya que, desde el inicio del confinamiento por el covid, la falta de recursos básicos y de acceso a internet limitó el proceso educativo de miles de ellos.
En términos generales, señalan que uno de los mayores desafíos que enfrentan estudiantes de distintos niveles es la socialización y la cohesión grupal. Álvarez menciona que, en el caso de los universitarios, se ha perdido esa cohesión entre compañeros de una misma promoción, y que, en otros niveles, también se observan dificultades para socializar.
En ese sentido, Marroquín enfatiza que una de las estrategias fundamentales para recuperar esas habilidades sociales son las actividades lúdicas. La docente recuerda que, cuando los estudiantes comenzaron a retomar sus clases presenciales, mostraban un nivel de timidez mucho más alto que antes de la pandemia: “Cuando estaban formados en la cancha, ninguno se atrevía a hablar”, recuerda.
Por su parte, Martínez menciona que los alumnos que experimentaron los efectos de la pandemia mostraron dificultades no solo en el aspecto motor, sino también en el social. Además, los educadores enumeran otros retos derivados de esos efectos, como las dificultades lectoras, escriturales, en el área de Matemática, así como en las habilidades caligráficas, entre otros.

Resiliencia de los maestros: el factor clave durante la pandemia
Aunque la pandemia implicó diversos desafíos y dejó ciertas secuelas, también visibilizó la capacidad de muchos docentes para reinventarse y encontrar nuevos métodos de enseñanza.
Muchos educadores enfrentaron la necesidad de utilizar por primera vez plataformas de videoconferencia, Google Classroom, canales en YouTube y otros medios para impartir clases y comunicarse con sus estudiantes. “Descubrimos el mundo de la tecnología y nuevas formas de dar clases”, menciona Martínez.
Por otro lado, explicar cualquier tema requería una dosis extra de creatividad que muchos docentes desarrollaron durante esa temporada. Marroquín, por ejemplo, relata que, durante la clase de los colores, pidió a sus alumnos que llevaran objetos del hogar acordes con el color que estaban aprendiendo, una dinámica que se popularizó en ese periodo, ya que no se contaba con herramientas ni material didáctico de aula.
Álvarez añade que era posible mantener comunicación con personas de otros países, lo cual facilitó la posibilidad de invitar a conferencistas internacionales a actividades estudiantiles. En otras palabras, pese a los desafíos que implicó la pandemia, la docencia encontró nuevas vías de comunicación.
Marroquín, Álvarez y Martínez, enfatizan que la desigualdad económica se acentuó durante ese periodo, ya que existe un porcentaje considerable de estudiantes del sector público que enfrenta mayores dificultades de aprendizaje, en comparación con los del sector privado. La falta de recursos tuvo repercusiones en su proceso educativo.
A cinco años de la pandemia del covid, la comunidad educativa guatemalteca continúa poniendo a prueba su propia resiliencia, una de las virtudes que caracterizan a esos docentes cuya huella trasciende el aula y queda plasmada en el corazón.
En la víspera del Día del Maestro, docentes guatemaltecos comparten su testimonio sobre lo vivido durante la pandemia del covid y el impacto de esta en la educación actual.
Cómo los maestros guatemaltecos superaron los desafíos de la pandemia y mantuvieron la educación en marcha
En la víspera del Día del Maestro, docentes guatemaltecos comparten su testimonio sobre lo vivido durante la pandemia del covid y el impacto de esta en la educación actual.

A pocos días de festejar el Día del Maestro en Guatemala, maestros rememoran las vivencias de la pandemia. (Foto Prensa Libre: Freepik)
Las pantallas reemplazaron las aulas. El patio de la casa se convirtió en el único lugar posible para la recreación. A pocos días de conmemorarse el Día del Maestro en Guatemala, docentes reflexionan sobre el impacto de la pandemia en la educación actual.
Isabel Marroquín, docente de preprimaria del sector público, recuerda los momentos difíciles que experimentaron los alumnos durante esa época. Incluso menciona que algunos padres y abuelos de sus estudiantes fallecieron a causa del covid: “No podíamos abrazarlos”, expresa. Sin embargo, añade que debían seguir adelante a pesar de la complejidad de la situación, y destaca cuán importante fue la fortaleza emocional de todos los maestros en esas circunstancias.
Por otro lado, la enseñanza de cada asignatura conllevaba su propio reto: Matemática, Lenguaje, Ciencias Naturales y Sociales, Arte, Inglés y hasta Educación Física, todas condensadas en plataformas virtuales para estudiantes de distintos niveles educativos.
En ese momento hubo un porcentaje considerable de alumnos que no contaba con acceso a internet. Entonces, entró en juego la resiliencia de cientos de maestros dentro y fuera del país, especialmente en el sector público.
Jessie Álvarez, coordinador de Español de nivel medio y docente universitario, relata que, al principio, parecía que la pandemia duraría poco. Sin embargo, las semanas transcurrían y los días en casa se alargaban. Por un lado, experimentaba alegría al tener más tiempo para convivir con su familia. En contraste, expresa que también sentía preocupación por la salud emocional de sus estudiantes.
A su vez, la enseñanza de las artes presentó sus propios desafíos. Vilma Martínez, profesora de Educación Musical con especialidad en estimulación temprana, narra cómo se reemplazaron los instrumentos musicales de la academia donde laboraba por elementos cotidianos, como un chinchín, una olla o incluso una paleta, ya que en casa los estudiantes no contaban con las herramientas necesarias.
¿Aún hay secuelas en la educación después de la pandemia?
Los educadores coinciden en que existen algunas secuelas derivadas de la pandemia que se evidencian en el ámbito educativo actual. Además, recalcan que los estudiantes del sector público han sido los más afectados, ya que, desde el inicio del confinamiento por el covid, la falta de recursos básicos y de acceso a internet limitó el proceso educativo de miles de ellos.
En términos generales, señalan que uno de los mayores desafíos que enfrentan estudiantes de distintos niveles es la socialización y la cohesión grupal. Álvarez menciona que, en el caso de los universitarios, se ha perdido esa cohesión entre compañeros de una misma promoción, y que, en otros niveles, también se observan dificultades para socializar.
En ese sentido, Marroquín enfatiza que una de las estrategias fundamentales para recuperar esas habilidades sociales son las actividades lúdicas. La docente recuerda que, cuando los estudiantes comenzaron a retomar sus clases presenciales, mostraban un nivel de timidez mucho más alto que antes de la pandemia: “Cuando estaban formados en la cancha, ninguno se atrevía a hablar”, recuerda.
Por su parte, Martínez menciona que los alumnos que experimentaron los efectos de la pandemia mostraron dificultades no solo en el aspecto motor, sino también en el social. Además, los educadores enumeran otros retos derivados de esos efectos, como las dificultades lectoras, escriturales, en el área de Matemática, así como en las habilidades caligráficas, entre otros.

Resiliencia de los maestros: el factor clave durante la pandemia
Aunque la pandemia implicó diversos desafíos y dejó ciertas secuelas, también visibilizó la capacidad de muchos docentes para reinventarse y encontrar nuevos métodos de enseñanza.
Muchos educadores enfrentaron la necesidad de utilizar por primera vez plataformas de videoconferencia, Google Classroom, canales en YouTube y otros medios para impartir clases y comunicarse con sus estudiantes. “Descubrimos el mundo de la tecnología y nuevas formas de dar clases”, menciona Martínez.
Por otro lado, explicar cualquier tema requería una dosis extra de creatividad que muchos docentes desarrollaron durante esa temporada. Marroquín, por ejemplo, relata que, durante la clase de los colores, pidió a sus alumnos que llevaran objetos del hogar acordes con el color que estaban aprendiendo, una dinámica que se popularizó en ese periodo, ya que no se contaba con herramientas ni material didáctico de aula.
Álvarez añade que era posible mantener comunicación con personas de otros países, lo cual facilitó la posibilidad de invitar a conferencistas internacionales a actividades estudiantiles. En otras palabras, pese a los desafíos que implicó la pandemia, la docencia encontró nuevas vías de comunicación.
Marroquín, Álvarez y Martínez, enfatizan que la desigualdad económica se acentuó durante ese periodo, ya que existe un porcentaje considerable de estudiantes del sector público que enfrenta mayores dificultades de aprendizaje, en comparación con los del sector privado. La falta de recursos tuvo repercusiones en su proceso educativo.
A cinco años de la pandemia del covid, la comunidad educativa guatemalteca continúa poniendo a prueba su propia resiliencia, una de las virtudes que caracterizan a esos docentes cuya huella trasciende el aula y queda plasmada en el corazón.
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