La madrugada del 4 de diciembre, Brian Thompson, director ejecutivo de la empresa de seguros UnitedHealthcare, fue asesinado por un atacante enmascarado frente al hotel Hilton Midtown, en Nueva York, minutos antes de que comenzara una conferencia de inversores.

Solo se contaba con las grabaciones de las cámaras de seguridad, donde se podía ver cómo el hombre enmascarado huía y se perdía entre la gente.

Las autoridades no tenían mucha información; el joven enmascarado supo cómo escabullirse. Sin embargo, varias horas después, la policía comenzó a difundir una foto del presunto responsable.

Se trataba de Luigi Mangione, un joven de 26 años que fue detenido cinco días después en un McDonald’s del estado de Pensilvania, mientras comía papas fritas y miraba su computadora.

LECTURAS RELACIONADAS

Abogados de Luigi Mangione renuncian a pedir la libertad bajo fianza y proceso penal continúa

Documental sobre Luigi Mangione se encuentra en desarrollo tras acusación de terrorismo

Al momento de su detención, encontraron una pistola fabricada con una impresora 3D, un silenciador, identificaciones falsas y un cuaderno en el que detallaba sus planes para atacar a ejecutivos de seguros, con anotaciones en las que expresaba explícitamente su descontento con la industria de la salud del país norteamericano.

Mangione aceptó ser extraditado a Nueva York, lugar donde había cometido el crimen. Esposado, con un traje naranja de cuerpo completo y rodeado de policías y de prensa, fue trasladado al tribunal, donde la Fiscalía de Manhattan lo había imputado previamente por un total de 11 cargos, entre ellos uno de asesinato en primer grado, que podría considerarse un acto terrorista y agravar la pena.

¿Qué decía el cuaderno de Luigi Mangione?

“¿Qué haces? Te echas al director ejecutivo en la convención anual de contadores parasitarios. Es selectivo, preciso y no arriesga a inocentes”, fue uno de los mensajes encontrados en el cuaderno hallado entre las pertenencias de Mangione.

Según las autoridades, estos escritos han sido de ayuda para construir el caso federal contra el joven.

“El objetivo son los seguros” porque “cumplen todos los requisitos”, mencionaba el escrito, según la denuncia. El cuaderno también describía la asistencia a una conferencia de cicateros y el asesinato de un ejecutivo, según señalaron funcionarios de la policía de Nueva York.

Una entrada con fecha 15 de agosto dice: “Por fin se van conociendo los detalles”, según la denuncia federal publicada el pasado jueves. “Me alegro, en cierto modo, de haberlo pospuesto”, continúa Mangione, afirmando que así había tenido tiempo de saber más sobre la empresa que tenía en la mira.

Según un informe interno del Departamento de Policía de Nueva York, al que tuvo acceso el New York Times, el sospechoso consideraba el asesinato como un “acabado simbólico”. Además, el informe agregó que Mangione “probablemente se ve a sí mismo como una especie de héroe que finalmente decidió actuar ante tales injusticias” y expresaba su preocupación por que otros pudieran verlo como un “mártir y un ejemplo a seguir”.

Una nueva denuncia federal

El caso de Mangione dio un giro inusual el pasado jueves 19 de diciembre, cuando fue acusado de nuevos cargos federales, además de los estatales a los que ya se enfrentaba por el asesinato de Thompson, incluido el de homicidio como crimen de terrorismo.

Esta decisión tomó por sorpresa a sus abogados. La denuncia penal federal contra Mangione incluye un cargo por uso de arma de fuego para cometer asesinato, junto con dos cargos de acoso y un delito con arma de fuego.

Karen Friedman Agnifilo, abogada defensora de Mangione, dijo que los nuevos cargos “plantean serias preocupaciones constitucionales y estatutarias de doble incriminación”, ya que mencionan la posibilidad de que el joven sea condenado a pena de muerte si es declarado culpable del cargo federal de homicidio, mientras que los cargos estatales conllevan una pena máxima de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Según la fiscalía de Manhattan, ahora tanto el juicio federal como el estatal “trabajarán en paralelo”.

Los fiscales no han indicado si solicitarán la pena de muerte, y la decisión tendría que ser aprobada en última instancia por el secretario de Justicia de Estados Unidos.