Guatemala aprueba revisión del FMI, pero enfrenta retos en infraestructura y gasto público
Un pliego de recomendaciones dejó la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó su visita a Guatemala en el marco de la revisión del Artículo IV, colocándola en una buena posición en la coyuntura internacional, aunque también hizo advertencias.

La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó resultados preliminares en la evaluación del Articulo IV en Guatemala. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos)
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Guatemala pasó el “examen” de la misión del FMI que realizó la evaluación anual del Artículo IV, y los primeros hallazgos apuntan a un equilibrio y balance positivo en medio de la inestabilidad internacional.
La evaluación se basó en indicadores de política monetaria, fiscal, sistema financiero y otros, a los cuales se les da seguimiento.
El reporte preliminar fue presentado por el jefe de misión, Alexander Culiuc, quien sostuvo una serie de reuniones con representantes del sector público y privado, Congreso de la República y centros de investigación económica, para obtener una radiografía del país. El informe final se dará a conocer en septiembre próximo, explicó Culiuc, quien regresó a Washington D.C.
Hallazgos y contexto actual
Durante una conferencia de prensa, remarcó que Guatemala tiene una mejor posición, resiliencia y un manejo prudente de la macroeconomía para enfrentar los choques internacionales, como el conflicto geopolítico y las nuevas disposiciones en política económica y migratoria de Estados Unidos.
Además, el organismo financiero internacional validó que la economía del país, medida por el producto interno bruto (PIB), estaría cerrando en 3.8% en este ejercicio, muy similar al 3.7% del año pasado. También destacó que se mantiene bajo control el ritmo inflacionario (1.69% a mayo), así como las expectativas a largo plazo, el manejo adecuado del tipo de cambio, el equilibrio en los volúmenes de comercio exterior y las Reservas Monetarias Internacionales (RIM), que ascienden a US$25 000 millones.
La deuda pública sigue siendo baja en relación con el PIB, que se situará por debajo del 27%, y el país mantiene una posición cercana a alcanzar el grado de inversión según las agencias calificadoras de riesgo.
Culiuc aclaró que Guatemala no requiere un apoyo financiero del tipo Stand By, a diferencia de otros países de la región. Sin embargo, reiteró que se debe promover una reforma fiscal para mejorar los equilibrios y elevar la carga tributaria, una recomendación recurrente en evaluaciones anteriores.
“Las perspectivas para 2025 son alentadoras; se espera que el PIB real crezca 3.8% y que el impulso fiscal ayude a amortiguar los efectos del debilitamiento de la demanda mundial”, apuntó.
Para 2026, se proyecta que el crecimiento del PIB pueda superar ligeramente el 3.5%, y se esperaría una aceleración en la inversión en infraestructura pública y reformas estructurales que impulsen el crecimiento actual y potencial en los años siguientes.

¿Qué se necesita?
El jefe de misión afirmó que se requieren condiciones para elevar el PIB.
Dio a conocer que, para aumentar la inversión privada, es necesario complementarla con insumos del sector público, como infraestructura, mano de obra capacitada y seguridad ciudadana. “Eso solo se logra si se incrementa el gasto público y mejora su calidad al mismo tiempo”.
Para mejorar la calidad y eficiencia del gasto público, es necesario reforzar la focalización, ejecución y control del presupuesto, acompañado de una agenda anticorrupción.
El FMI considera que, en el corto plazo, el espacio fiscal existente permite financiar mayores niveles de gasto con deuda pública y una mayor dependencia del endeudamiento interno. Pero, a mediano plazo, se requiere aumentar los ingresos fiscales mediante una reforma tributaria integral para lograr una reducción del déficit alrededor del 2% del PIB y preservar la estabilidad de la deuda, manteniendo los gastos prioritarios.
También se plantean reformas estructurales y de gobernanza, que incluyen el ámbito financiero y laboral.
“La deuda pública sigue siendo baja en relación con el PIB, que se situará por debajo del 27%, y el país mantiene una posición cercana a alcanzar el grado de inversión “
Alexander Culiuc, jefe de misión FMI
Respecto de la baja ejecución del gasto público en inversión, Culiuc aseguró que constituye un “cuello de botella” y adelantó que se trabaja en una nueva Ley de Compras y Contrataciones, que se presentará en septiembre y que busca agilizar la gestión pública.
Acciones no son inmediatas
Guillermo Díaz, del Instituto de Investigación en Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar, explicó que las recomendaciones del FMI son válidas, pero que se trata de temas estructurales que no pueden corregirse en el corto plazo.
Resaltó que los problemas de seguridad no son exclusivos de Guatemala. Países como México, Colombia, Ecuador y Perú enfrentan serias dificultades por la globalización del crimen organizado, como el narcotráfico o el cibercrimen, que no se resuelven de un mes a otro.
Lo mismo aplica para la infraestructura. Construir una carretera, o reparar y mantener las existentes, no es algo inmediato, al igual que resolver los problemas de carga y descarga en el sistema portuario.
“Tenemos un cuello de botella en infraestructura por todo lo que no se hizo durante 20 años, y no se resolverá en unos meses o en dos años; lleva tiempo. Con estos problemas de infraestructura y de inseguridad, la inversión no vendrá a Guatemala, el riesgo es alto”, apuntó.
Cerrar las brechas
Consultado Andrés Ardón, director ejecutivo de la Cámara de la Construcción de Guatemala, sobre la recomendación del FMI de fomentar la inversión en infraestructura pública y privada, declaró que es evidente la brecha sustancial, sobre todo en el ámbito vial.
“El poder interconectar de mejor forma el país generaría oportunidades de inversión en desarrollo inmobiliario, comercial e industrial. Lo que hemos visto por ahora es que inversiones 100% privadas en infraestructura vial han logrado catalizar actividades de todo tipo alrededor de dichas obras”, aseveró.
“Tenemos un cuello de botella en infraestructura por todo lo que no se hizo durante 20 años, y no se resolverá en unos meses o en dos años; lleva tiempo. Con estos problemas de infraestructura y de inseguridad, la inversión no vendrá a Guatemala, el riesgo es alto”
Guillermo Díaz, del Instituto de Investigación en Ciencias Socio Humanistas de la URL
En esos términos, Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), destacó que desde hace siete años se ha identificado esta necesidad.
“El país solo invierte el 1.6% del PIB en obra pública, especialmente en carreteras, cuando debería invertir al menos el 5%. Por eso es urgente implementar la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria y que el Ministerio de Finanzas (Minfin) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán) cumplan con la ley”, declaró.
Gobierno comparte visión
“El gobierno comparte con el FMI la visión sobre la necesidad de elevar tanto la inversión social como la inversión en infraestructura económica estratégica”, respondió el gobierno de Guatemala a través de la Secretaria de Comunicación de la Presidencia.
Según el Ejecutivo, esto es convergente con el plan de gobierno y, consecuentemente, con la política fiscal que se está implementando y que se refleja en los presupuestos.
La Secretaria agregó que el impulso fiscal derivado del incremento de la inversión social y económica que se está ejecutando permite mantener un crecimiento económico por encima del 3.5% y llegar al 3.8%
Nueva normativa
Ambos representantes también fijaron posición sobre el “cuello de botella” y la propuesta de reforma a la Ley de Compras y Contrataciones que presentará el Ejecutivo.
Ardón remarcó que se trata de un paso en la dirección correcta. No obstante, señaló que debe ser una reforma profunda, que cambie los incentivos, normas, expectativas y criterios de transparencia para fomentar contrataciones más competitivas. La supervisión también será vital para garantizar la calidad y el cumplimiento de las obras.
Aun con este posible avance, resaltó que ya existe una Ley de Infraestructura Prioritaria que incorpora múltiples buenas prácticas, por lo que se debería privilegiar su ejecución adecuada en el corto plazo.
Zapata coincidió en que se trata de un proceso importante, pero advirtió que no servirá de nada si no se cumple la legislación vigente, como ocurre con la Dirección de Infraestructura Vial Prioritaria, en la que el Minfin no ha trasladado los recursos financieros asignados.
Un pliego de recomendaciones dejó la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó su visita a Guatemala en el marco de la revisión del Artículo IV, colocándola en una buena posición en la coyuntura internacional, aunque también hizo advertencias.
Guatemala aprueba revisión del FMI, pero enfrenta retos en infraestructura y gasto público
Un pliego de recomendaciones dejó la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó su visita a Guatemala en el marco de la revisión del Artículo IV, colocándola en una buena posición en la coyuntura internacional, aunque también hizo advertencias.

La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó resultados preliminares en la evaluación del Articulo IV en Guatemala. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos)
Guatemala pasó el “examen” de la misión del FMI que realizó la evaluación anual del Artículo IV, y los primeros hallazgos apuntan a un equilibrio y balance positivo en medio de la inestabilidad internacional.
La evaluación se basó en indicadores de política monetaria, fiscal, sistema financiero y otros, a los cuales se les da seguimiento.
El reporte preliminar fue presentado por el jefe de misión, Alexander Culiuc, quien sostuvo una serie de reuniones con representantes del sector público y privado, Congreso de la República y centros de investigación económica, para obtener una radiografía del país. El informe final se dará a conocer en septiembre próximo, explicó Culiuc, quien regresó a Washington D.C.
Hallazgos y contexto actual
Durante una conferencia de prensa, remarcó que Guatemala tiene una mejor posición, resiliencia y un manejo prudente de la macroeconomía para enfrentar los choques internacionales, como el conflicto geopolítico y las nuevas disposiciones en política económica y migratoria de Estados Unidos.
Además, el organismo financiero internacional validó que la economía del país, medida por el producto interno bruto (PIB), estaría cerrando en 3.8% en este ejercicio, muy similar al 3.7% del año pasado. También destacó que se mantiene bajo control el ritmo inflacionario (1.69% a mayo), así como las expectativas a largo plazo, el manejo adecuado del tipo de cambio, el equilibrio en los volúmenes de comercio exterior y las Reservas Monetarias Internacionales (RIM), que ascienden a US$25 000 millones.
La deuda pública sigue siendo baja en relación con el PIB, que se situará por debajo del 27%, y el país mantiene una posición cercana a alcanzar el grado de inversión según las agencias calificadoras de riesgo.
Culiuc aclaró que Guatemala no requiere un apoyo financiero del tipo Stand By, a diferencia de otros países de la región. Sin embargo, reiteró que se debe promover una reforma fiscal para mejorar los equilibrios y elevar la carga tributaria, una recomendación recurrente en evaluaciones anteriores.
“Las perspectivas para 2025 son alentadoras; se espera que el PIB real crezca 3.8% y que el impulso fiscal ayude a amortiguar los efectos del debilitamiento de la demanda mundial”, apuntó.
Para 2026, se proyecta que el crecimiento del PIB pueda superar ligeramente el 3.5%, y se esperaría una aceleración en la inversión en infraestructura pública y reformas estructurales que impulsen el crecimiento actual y potencial en los años siguientes.

¿Qué se necesita?
El jefe de misión afirmó que se requieren condiciones para elevar el PIB.
Dio a conocer que, para aumentar la inversión privada, es necesario complementarla con insumos del sector público, como infraestructura, mano de obra capacitada y seguridad ciudadana. “Eso solo se logra si se incrementa el gasto público y mejora su calidad al mismo tiempo”.
Para mejorar la calidad y eficiencia del gasto público, es necesario reforzar la focalización, ejecución y control del presupuesto, acompañado de una agenda anticorrupción.
El FMI considera que, en el corto plazo, el espacio fiscal existente permite financiar mayores niveles de gasto con deuda pública y una mayor dependencia del endeudamiento interno. Pero, a mediano plazo, se requiere aumentar los ingresos fiscales mediante una reforma tributaria integral para lograr una reducción del déficit alrededor del 2% del PIB y preservar la estabilidad de la deuda, manteniendo los gastos prioritarios.
También se plantean reformas estructurales y de gobernanza, que incluyen el ámbito financiero y laboral.
«La deuda pública sigue siendo baja en relación con el PIB, que se situará por debajo del 27%, y el país mantiene una posición cercana a alcanzar el grado de inversión «
Alexander Culiuc, jefe de misión FMI
Respecto de la baja ejecución del gasto público en inversión, Culiuc aseguró que constituye un “cuello de botella” y adelantó que se trabaja en una nueva Ley de Compras y Contrataciones, que se presentará en septiembre y que busca agilizar la gestión pública.
Acciones no son inmediatas
Guillermo Díaz, del Instituto de Investigación en Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar, explicó que las recomendaciones del FMI son válidas, pero que se trata de temas estructurales que no pueden corregirse en el corto plazo.
Resaltó que los problemas de seguridad no son exclusivos de Guatemala. Países como México, Colombia, Ecuador y Perú enfrentan serias dificultades por la globalización del crimen organizado, como el narcotráfico o el cibercrimen, que no se resuelven de un mes a otro.
Lo mismo aplica para la infraestructura. Construir una carretera, o reparar y mantener las existentes, no es algo inmediato, al igual que resolver los problemas de carga y descarga en el sistema portuario.
“Tenemos un cuello de botella en infraestructura por todo lo que no se hizo durante 20 años, y no se resolverá en unos meses o en dos años; lleva tiempo. Con estos problemas de infraestructura y de inseguridad, la inversión no vendrá a Guatemala, el riesgo es alto”, apuntó.
Cerrar las brechas
Consultado Andrés Ardón, director ejecutivo de la Cámara de la Construcción de Guatemala, sobre la recomendación del FMI de fomentar la inversión en infraestructura pública y privada, declaró que es evidente la brecha sustancial, sobre todo en el ámbito vial.
“El poder interconectar de mejor forma el país generaría oportunidades de inversión en desarrollo inmobiliario, comercial e industrial. Lo que hemos visto por ahora es que inversiones 100% privadas en infraestructura vial han logrado catalizar actividades de todo tipo alrededor de dichas obras”, aseveró.
“Tenemos un cuello de botella en infraestructura por todo lo que no se hizo durante 20 años, y no se resolverá en unos meses o en dos años; lleva tiempo. Con estos problemas de infraestructura y de inseguridad, la inversión no vendrá a Guatemala, el riesgo es alto»
Guillermo Díaz, del Instituto de Investigación en Ciencias Socio Humanistas de la URL
En esos términos, Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), destacó que desde hace siete años se ha identificado esta necesidad.
“El país solo invierte el 1.6% del PIB en obra pública, especialmente en carreteras, cuando debería invertir al menos el 5%. Por eso es urgente implementar la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria y que el Ministerio de Finanzas (Minfin) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán) cumplan con la ley”, declaró.
Gobierno comparte visión
«El gobierno comparte con el FMI la visión sobre la necesidad de elevar tanto la inversión social como la inversión en infraestructura económica estratégica», respondió el gobierno de Guatemala a través de la Secretaria de Comunicación de la Presidencia.
Según el Ejecutivo, esto es convergente con el plan de gobierno y, consecuentemente, con la política fiscal que se está implementando y que se refleja en los presupuestos.
La Secretaria agregó que el impulso fiscal derivado del incremento de la inversión social y económica que se está ejecutando permite mantener un crecimiento económico por encima del 3.5% y llegar al 3.8%
Nueva normativa
Ambos representantes también fijaron posición sobre el “cuello de botella” y la propuesta de reforma a la Ley de Compras y Contrataciones que presentará el Ejecutivo.
Ardón remarcó que se trata de un paso en la dirección correcta. No obstante, señaló que debe ser una reforma profunda, que cambie los incentivos, normas, expectativas y criterios de transparencia para fomentar contrataciones más competitivas. La supervisión también será vital para garantizar la calidad y el cumplimiento de las obras.
Aun con este posible avance, resaltó que ya existe una Ley de Infraestructura Prioritaria que incorpora múltiples buenas prácticas, por lo que se debería privilegiar su ejecución adecuada en el corto plazo.
Zapata coincidió en que se trata de un proceso importante, pero advirtió que no servirá de nada si no se cumple la legislación vigente, como ocurre con la Dirección de Infraestructura Vial Prioritaria, en la que el Minfin no ha trasladado los recursos financieros asignados.
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