Morgan Wallen: récord de ventas en EEUU, detenciones y difusor del discurso de Trump

<p>Canta <strong>Morgan Wallen</strong> en el arranque de <i>I’m The Problem</i>: «<i>Dices que nunca voy a cambiar / que solo ando por ahí con gasolina / tratando de conseguir una chispa / para prenderle fuego a todo el lugar</i>». Y ese verso inicial bien podría definir la vida de la gran estrella del country, del súper ventas de la música estadounidense y de un tipo de 32 años nacido en Tennessee al que la polémica ha acompañado siempre tanto como el éxito comercial…</p>

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 El cantante country domina las listas de éxitos con ‘I’m The Problem’, su último disco que en la primera semana vendió 493.000 copias  

Canta Morgan Wallen en el arranque de I’m The Problem: «Dices que nunca voy a cambiar / que solo ando por ahí con gasolina / tratando de conseguir una chispa / para prenderle fuego a todo el lugar». Y ese verso inicial bien podría definir la vida de la gran estrella del country, del súper ventas de la música estadounidense y de un tipo de 32 años nacido en Tennessee al que la polémica ha acompañado siempre tanto como el éxito comercial…

En este momento Wallen lidera la lista de éxitos de su país en Spotify con What I Want, su colaboración con Tate McRae; tiene otros tres temas en el Top 10 de escuchas y once en total en el Top 50. La última semana eran 37 temas los que había colado en el Billboard Hot 100, la lista de éxitos en la que se miden ventas, streaming y difusión en radio de Estados Unidos, superando el récord de 36 que tenía él mismo y los 32 que Taylor Swift colocó en marzo de 2024. Además su álbum, I’m The Problem, que tiene 37 canciones, lidera la lista de Billboard 200 y alcanzó en su primera semana el equivalente a 493.000 discos vendidos, sumando CDs, vinilos y las 460 millones de escuchas en plataformas de streaming. En 2023, ya había superado el medio millón con One Thing At A Time, su anterior álbum que le permitió romper el récord de Garth Brooks de más semanas en el número 1 del Billboard 200 de un álbum country.

Y, sin embargo, el fenómeno no ha permeado al resto del mundo, es puramente norteamericano. Wallen solo tiene una canción en el Top 50 Global de Spotify, la citada What I Want, y en ningún de los grandes mercados europeos está presente salvo en Reino Unido con una colaboración con Post Malone, I Had Some Help. Pero en Estados Unidos y Canadá el éxito de quien apareciera en la escena musical tras su paso por The Voice es incuestionable y ninguna de sus continuas polémicas parece ponerlo en peligro. La última, abandonar el programa Saturday Night Live antes de que se cerrara la emisón en marzo de 2025 y postear una foto en Instagram antes de subir a un jet con el mensaje: «Llévame al país de Dios».

En 2016 ya había sido arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol en Nashville. En 2020 le detuvieron por escándalo público tras ser expulsado del asador de Kid Rock. Ese año fue acusado de saltarse los protocolos del Covid y se tuvo que anular su presencia en SNL. En 2021 fue suspendido por su sello discográfico y se retiró su música de 1.500 estaciones de radio por un vídeo que le grabaron borracho y en el que usaba la palabra nigga como insulto racial. En abril de 2024 fue detenido por tirar una silla desde una azotea de un edificio en Nashville -un sexto piso- y casi atropellar a dos agentes de policía. Por ello acabó siendo condenado por dos delitos menores de imprudencia temeraria a siete días de internamiento en un centro para conductores ebrios y a dos años de libertad condicional.

En los últimos meses también se ha debatido sobre su cercanía con Trump y su penetración en los círculos del movimiento MAGA. Publicaciones como Variety ya han hecho el análisis y establecido que su música tiene los mismos códigos que el discurso del líder de los republicanos. Morgan Wallen ha respondido con música. En Working Man’s Song dice: «Rojo, azul, derecha, izquierda, siguen matándonos a trabajar / Y lo que queda al final es para Hacienda». Un discurso que el propio Trump hizo suyo en la última campaña electoral. Además gran parte de las letras que conforman la carrera del cantante están centradas en reivindicar esa imagen de tipo duro que consume alcohol y al que las mujeres acaban abandonando por ello. Y siempre haciendo una justificación de ese comportamiento polémico en el que se ha basado también la ideología que ha rodeado a Trump y a la que se han adherido sus seguidores.

En Skoal, Chevy & Browning dice Wallen, en una conversación con un cazador del interior de Estados Unidos: «Hablamos de la vida mientras yo sostenía la pierna izquierda [de un ciervo]. Pasamos de las chicas a Dios, la política y los perros». En I Got Better dice: «Mis vecinos siguen cazando ciervos el año que viene / Los chicos siguen perdiendo, a menos que jueguen en casa / Pero he mejorado desde que te fuiste / Todavía bebo demasiado un viernes por la noche / Sigo intentando intervenir cuando no es mi problema / Sigo siendo yo, no me malinterpretes / Pero he mejorado desde que te fuiste». Y, en Love Somebody: «Solo quiero amar a alguien que no deje un vacío en mi corazón / Solo quiero amar a alguien que no quiera que me derrumbe» o «Solo quiero amar a alguien / Que no esté hipnotizada por símbolos de dólar y luces cegadoras / Como suelen estar / Necesito a alguien de quien esté orgulloso / Para llevarlo de vuelta a mi ciudad natal»

La ola del nuevo chico maldito del country es hoy imparable.

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