“Solo quería abrazarlo”: familias guatemaltecas esperaban reencontrarse con sus hijos retornados desde EE.UU. pero los vuelos fueron cancelados

Madres lloran mientras esperan noticias de sus hijos deportados, frente al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13. Los vuelos con menores fueron cancelados. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Migrantes

“Solo quería abrazarlo”: familias guatemaltecas esperaban reencontrarse con sus hijos retornados desde EE.UU. pero los vuelos fueron cancelados

Decenas de familias guatemaltecas vivieron una jornada de angustia e incertidumbre al llegar a la capital para recibir a sus hijos deportados desde EE. UU., pero los vuelos fueron cancelados.

Madres lloran mientras esperan noticias de sus hijos deportados, frente al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13. Los vuelos con menores fueron cancelados. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Madres lloran mientras esperan noticias de sus hijos deportados, frente al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13. Los vuelos con menores fueron cancelados. (Foto Prensa Libre: Esbin García)


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Con maletas al hombro, rostros de angustia y esperanza entrecortada, decenas de madres y padres guatemaltecos llegaron en la madrugada de este domingo 31 de agosto al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13 capitalina, para recibir a sus hijos menores de edad, deportados desde Estados Unidos, pero la espera se tornó en incertidumbre: los dos vuelos previstos fueron cancelados.

“Nos avisó a la 1.00 horas que ya lo venían a traer para deportarlo. Viajamos desde San Marcos para verlo, y ahora no sabemos cuándo llegará”, relató entre lágrimas Xiomara Lima, madre de Gerson Gabriel Gregoria Lima, un adolescente de 17 años que pasó cuatro meses en un albergue para migrantes, tras ser detenido en Estados Unidos.

Xiomara sostuvo una copia de una fotografía de su hijo con fuerza. No había dormido. Solo quería abrazarlo. “Lo atrapó Migración. Dice que no aguantaba más estar allá”, contó. Su historia se repite entre otras familias que, al igual que ella, se aferran a la posibilidad de ver regresar a sus hijos con vida.

En La Unión Cantinil, Huehuetenango, Bertilda López también dejó su casa antes del amanecer para esperar a su hijo en la capital. El joven había migrado hace cuatro años para ayudarla a enfrentar sus problemas de salud.

“No sabíamos nada de él hasta anoche. Nos llamó para avisar que lo deportaban. Salimos como pudimos”, explicó Gilberto López, tío de Emerson Wilvani Morales López.

“Se fue para ayudarnos, porque somos pobres y no hay cómo curarnos. Son menores, no saben qué les espera allá”, añadió.

En medio de lágrimas, abrazos entre familiares y silencios que dicen más que las palabras, las familias se mantienen en la entrada del centro, algunas sin saber siquiera si sus hijos vienen en los próximos días.

Suspensión temporal en EE. UU.

Mientras en Guatemala se vive esta espera angustiosa, en Estados Unidos una corte federal bloqueó temporalmente la deportación de más de 600 menores guatemaltecos.

El Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia ordenó una suspensión de al menos 14 días, tras un recurso presentado por una organización de derechos humanos.

La medida ha dado un respiro momentáneo a cientos de familias, pero no resuelve el fondo del drama: niños y adolescentes migrando solos, detenidos lejos de casa, y padres que, a miles de kilómetros, solo quieren volver a abrazarlos.

Reacciones del Gobierno

El Gobierno de Guatemala puso en marcha acciones para facilitar la reunificación familiar de adolescentes guatemaltecos no acompañados que regresan desde Estados Unidos tras cumplir con procesos migratorios.

Las instituciones involucradas, entre ellas la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de Relaciones Exteriores, brindarán apoyo psicosocial, legal y logístico para garantizar un retorno seguro y digno.

La estrategia responde al interés superior del niño y busca asegurar el bienestar de menores en situación de vulnerabilidad, en cumplimiento del debido proceso y los derechos humanos.

Con información de EFE

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 Decenas de familias guatemaltecas vivieron una jornada de angustia e incertidumbre al llegar a la capital para recibir a sus hijos deportados desde EE. UU., pero los vuelos fueron cancelados.  

Migrantes

Madres y padres desesperados por reencontrarse con sus hijos deportados viven horas de incertidumbre en zona 13

Decenas de familias guatemaltecas vivieron una jornada de angustia e incertidumbre al llegar a la capital para recibir a sus hijos deportados desde EE. UU., pero los vuelos fueron cancelados.

Madres lloran mientras esperan noticias de sus hijos deportados, frente al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13. Los vuelos con menores fueron cancelados. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Madres lloran mientras esperan noticias de sus hijos deportados, frente al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13. Los vuelos con menores fueron cancelados. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Con maletas al hombro, rostros de angustia y esperanza entrecortada, decenas de madres y padres guatemaltecos llegaron en la madrugada de este domingo 31 de agosto al Centro de Recepción de Retornados, en la zona 13 capitalina, para recibir a sus hijos menores de edad, deportados desde Estados Unidos, pero la espera se tornó en incertidumbre: los dos vuelos previstos fueron cancelados.

“Nos avisó a la 1.00 horas que ya lo venían a traer para deportarlo. Viajamos desde San Marcos para verlo, y ahora no sabemos cuándo llegará”, relató entre lágrimas Xiomara Lima, madre de Gerson Gabriel Gregoria Lima, un adolescente de 17 años que pasó cuatro meses en un albergue para migrantes, tras ser detenido en Estados Unidos.

Xiomara sostuvo una copia de una fotografía de su hijo con fuerza. No había dormido. Solo quería abrazarlo. “Lo atrapó Migración. Dice que no aguantaba más estar allá”, contó. Su historia se repite entre otras familias que, al igual que ella, se aferran a la posibilidad de ver regresar a sus hijos con vida.

En La Unión Cantinil, Huehuetenango, Bertilda López también dejó su casa antes del amanecer para esperar a su hijo en la capital. El joven había migrado hace cuatro años para ayudarla a enfrentar sus problemas de salud.

“No sabíamos nada de él hasta anoche. Nos llamó para avisar que lo deportaban. Salimos como pudimos”, explicó Gilberto López, tío de Emerson Wilvani Morales López.

“Se fue para ayudarnos, porque somos pobres y no hay cómo curarnos. Son menores, no saben qué les espera allá”, añadió.

En medio de lágrimas, abrazos entre familiares y silencios que dicen más que las palabras, las familias se mantienen en la entrada del centro, algunas sin saber siquiera si sus hijos vienen en los próximos días.

Suspensión temporal en EE. UU.

Mientras en Guatemala se vive esta espera angustiosa, en Estados Unidos una corte federal bloqueó temporalmente la deportación de más de 600 menores guatemaltecos.

El Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia ordenó una suspensión de al menos 14 días, tras un recurso presentado por una organización de derechos humanos.

La medida ha dado un respiro momentáneo a cientos de familias, pero no resuelve el fondo del drama: niños y adolescentes migrando solos, detenidos lejos de casa, y padres que, a miles de kilómetros, solo quieren volver a abrazarlos.

Con información de EFE

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ESCRITO POR:

César Pérez Marroquín

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y de medioambiente con 25 años de experiencia.

Henry Montenegro

Periodista de Guatevisión especializado en temas políticos, legislativos y electorales con 12 años de experiencia en radio, medios escritos y televisión.

 Prensa Libre | Guatemala

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