Temblores y erupciones volcánicas: Insivumeh explica relación entre secuencia sísmica y el volcán de Agua

El volcán de Agua se perfila en el horizonte, mientras la actividad sísmica en sus alrededores mantiene en alerta a pobladores de Sacatepéquez y Escuintla. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

Guatemala

Temblores y erupciones volcánicas: Insivumeh explica relación entre secuencia sísmica y el volcán de Agua

Guatemala experimenta una intensa secuencia sísmica cuyo epicentro se sitúa cerca del volcán de Agua. Aunque el temor por una posible erupción crece entre la población, autoridades del Insivumeh aseguran que la actividad actual responde a causas tectónicas y no volcánicas.

El volcán de Agua se perfila en el horizonte, mientras la actividad sísmica en sus alrededores mantiene en alerta a pobladores de Sacatepéquez y Escuintla. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

El volcán de Agua se perfila en el horizonte, mientras la actividad sísmica en sus alrededores mantiene en alerta a pobladores de Sacatepéquez y Escuintla. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)


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Desde el martes 8 de julio, el centro y sur del país han sido sacudidos por cerca de mil sismos, lo que ha despertado temores de una posible erupción del volcán de Agua, situado entre Santa María de Jesús, Sacatepéquez, y Palín, Escuintla. Los epicentros de los movimientos telúricos se han ubicado en las cercanías del edificio volcánico.

Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), estudios previos indican que el volcán de Agua se encuentra sobre una fractura asociada a la falla de Jalpatagua, responsable de la secuencia sísmica que ha dejado muerte y destrucción en varios poblados cercanos.

Robin Yani, jefe del Departamento de Geofísica del Insivumeh, indicó en una transmisión en vivo que, de acuerdo con la Red Sismológica Nacional, el país atraviesa un contexto geológico complejo debido a la interacción de las placas de Cocos, del Caribe y de Norteamérica. Esta interacción genera fallas secundarias en el territorio nacional, principalmente las que corren paralelas al arco volcánico.

“Esto no quiere decir que estén completamente desligadas, pero tampoco implica que los fallamientos generarán erupciones volcánicas”, afirmó Yani. Agregó que, hasta la fecha, se han registrado más de 960 sismos, de los cuales 35 han sido sensibles.

Reconoció que las fallas responsables de estos sismos se encuentran muy cerca del volcán de Agua. En cuanto a la duración de las réplicas, explicó que han disminuido tanto en frecuencia como en intensidad, aunque advirtió que otras fallas podrían generar nuevos temblores en la región.

“Como guatemaltecos, debemos estar preparados en todo momento ante un evento sísmico”, recalcó Yani.

Sismos y volcanes: ¿hay una relación directa?

Amílcar Roca, del Departamento de Vulcanología del Insivumeh, sostuvo que a escala internacional no existe evidencia científica que relacione de manera sistemática los sismos con erupciones volcánicas en volcanes inactivos.

“En Japón, Chile e Indonesia se han registrado sismos de magnitud superior a 7 sin que ello haya influido significativamente en la actividad volcánica”, explicó.

Roca recordó que ya en 2019 hubo actividad sísmica cercana al volcán de Agua sin que se produjeran fumarolas, emisiones de magma o explosiones.

Un estudio realizado ese año por el Insivumeh sostiene que el volcán se asienta sobre una fractura asociada a la falla de Jalpatagua: “La falla atraviesa la caldera de Amatitlán (Wunderman, 1983), y aunque su traza hacia el oeste no está claramente definida, podría extenderse hasta Santa María de Jesús, en el flanco noroeste del volcán de Agua”, según el informe.

“El volcán podría asentarse sobre una fractura de rumbo noroeste, según Eggers (1971), si se considera la alineación de un dique en el área de Palín, los conos parásitos en las faldas del volcán y su cráter”, dice parte del informe.

“El volcán de Agua ha permanecido inactivo durante decenas de miles de años. Esto confirma que la actividad actual es puramente tectónica”, reiteró Roca. Agregó que los volcanes Pacaya y de Fuego, ubicados en las cercanías, tampoco han mostrado cambios relevantes en su comportamiento.

“Los sensores instalados tienen la capacidad suficiente para registrar cualquier anomalía que indique un posible cambio vinculado con esta actividad sísmica”, añadió.

Retumbos percibidos

Respecto de los retumbos reportados por habitantes cercanos al volcán, Roca explicó que se trata de un estratovolcán, es decir, formado por capas y episodios eruptivos. Durante su formación, generó conductos que sirvieron para el ascenso del magma.

“Estos conductos podrían estar rellenos de roca sólida o conservar cavidades. Al propagarse las ondas sísmicas, pueden producir resonancia dentro del edificio volcánico, lo cual explicaría los sonidos percibidos por la población. No obstante, esto no indica actividad magmática o gaseosa que implique reactivación volcánica”, aclaró.

Falla de Jalpatagua y movimiento perpendicular

Edwin Rojas, director del Insivumeh, informó que la falla de Jalpatagua, con una extensión aproximada de 150 kilómetros desde El Salvador, ha sido una de las responsables de la actual secuencia sísmica.

“Hemos observado un movimiento perpendicular al arco volcánico, lo cual podría explicar la persistencia de las réplicas. Esta secuencia comenzó con un sismo premonitor, seguido del evento principal, y ha generado numerosas réplicas”, detalló Rojas.

 Guatemala experimenta una intensa secuencia sísmica cuyo epicentro se sitúa cerca del volcán de Agua. Aunque el temor por una posible erupción crece entre la población, autoridades del Insivumeh aseguran que la actividad actual responde a causas tectónicas y no volcánicas.  

Guatemala

Temblores y erupciones volcánicas: Insivumeh explica relación entre secuencia sísmica y el volcán de Agua

Guatemala experimenta una intensa secuencia sísmica cuyo epicentro se sitúa cerca del volcán de Agua. Aunque el temor por una posible erupción crece entre la población, autoridades del Insivumeh aseguran que la actividad actual responde a causas tectónicas y no volcánicas.

El volcán de Agua se perfila en el horizonte, mientras la actividad sísmica en sus alrededores mantiene en alerta a pobladores de Sacatepéquez y Escuintla. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

El volcán de Agua se perfila en el horizonte, mientras la actividad sísmica en sus alrededores mantiene en alerta a pobladores de Sacatepéquez y Escuintla. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

Desde el martes 8 de julio, el centro y sur del país han sido sacudidos por cerca de mil sismos, lo que ha despertado temores de una posible erupción del volcán de Agua, situado entre Santa María de Jesús, Sacatepéquez, y Palín, Escuintla. Los epicentros de los movimientos telúricos se han ubicado en las cercanías del edificio volcánico.

Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), estudios previos indican que el volcán de Agua se encuentra sobre una fractura asociada a la falla de Jalpatagua, responsable de la secuencia sísmica que ha dejado muerte y destrucción en varios poblados cercanos.

Robin Yani, jefe del Departamento de Geofísica del Insivumeh, indicó en una transmisión en vivo que, de acuerdo con la Red Sismológica Nacional, el país atraviesa un contexto geológico complejo debido a la interacción de las placas de Cocos, del Caribe y de Norteamérica. Esta interacción genera fallas secundarias en el territorio nacional, principalmente las que corren paralelas al arco volcánico.

“Esto no quiere decir que estén completamente desligadas, pero tampoco implica que los fallamientos generarán erupciones volcánicas”, afirmó Yani. Agregó que, hasta la fecha, se han registrado más de 960 sismos, de los cuales 35 han sido sensibles.

Reconoció que las fallas responsables de estos sismos se encuentran muy cerca del volcán de Agua. En cuanto a la duración de las réplicas, explicó que han disminuido tanto en frecuencia como en intensidad, aunque advirtió que otras fallas podrían generar nuevos temblores en la región.

“Como guatemaltecos, debemos estar preparados en todo momento ante un evento sísmico”, recalcó Yani.

Sismos y volcanes: ¿hay una relación directa?

Amílcar Roca, del Departamento de Vulcanología del Insivumeh, sostuvo que a escala internacional no existe evidencia científica que relacione de manera sistemática los sismos con erupciones volcánicas en volcanes inactivos.

“En Japón, Chile e Indonesia se han registrado sismos de magnitud superior a 7 sin que ello haya influido significativamente en la actividad volcánica”, explicó.

Roca recordó que ya en 2019 hubo actividad sísmica cercana al volcán de Agua sin que se produjeran fumarolas, emisiones de magma o explosiones.

Un estudio realizado ese año por el Insivumeh sostiene que el volcán se asienta sobre una fractura asociada a la falla de Jalpatagua: “La falla atraviesa la caldera de Amatitlán (Wunderman, 1983), y aunque su traza hacia el oeste no está claramente definida, podría extenderse hasta Santa María de Jesús, en el flanco noroeste del volcán de Agua”, según el informe.

“El volcán podría asentarse sobre una fractura de rumbo noroeste, según Eggers (1971), si se considera la alineación de un dique en el área de Palín, los conos parásitos en las faldas del volcán y su cráter”, dice parte del informe.

“El volcán de Agua ha permanecido inactivo durante decenas de miles de años. Esto confirma que la actividad actual es puramente tectónica”, reiteró Roca. Agregó que los volcanes Pacaya y de Fuego, ubicados en las cercanías, tampoco han mostrado cambios relevantes en su comportamiento.

“Los sensores instalados tienen la capacidad suficiente para registrar cualquier anomalía que indique un posible cambio vinculado con esta actividad sísmica”, añadió.

Retumbos percibidos

Respecto de los retumbos reportados por habitantes cercanos al volcán, Roca explicó que se trata de un estratovolcán, es decir, formado por capas y episodios eruptivos. Durante su formación, generó conductos que sirvieron para el ascenso del magma.

“Estos conductos podrían estar rellenos de roca sólida o conservar cavidades. Al propagarse las ondas sísmicas, pueden producir resonancia dentro del edificio volcánico, lo cual explicaría los sonidos percibidos por la población. No obstante, esto no indica actividad magmática o gaseosa que implique reactivación volcánica”, aclaró.

Falla de Jalpatagua y movimiento perpendicular

Edwin Rojas, director del Insivumeh, informó que la falla de Jalpatagua, con una extensión aproximada de 150 kilómetros desde El Salvador, ha sido una de las responsables de la actual secuencia sísmica.

“Hemos observado un movimiento perpendicular al arco volcánico, lo cual podría explicar la persistencia de las réplicas. Esta secuencia comenzó con un sismo premonitor, seguido del evento principal, y ha generado numerosas réplicas”, detalló Rojas.

ESCRITO POR:
César Pérez Marroquín
Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y de medioambiente con 25 años de experiencia.

 Prensa Libre | Guatemala

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